Escuchando el soplo del Espíritu

¡Iniciamos nuestras primeras sesiones capitulares!

 

Dimos inicio a la apertura del XXV Capítulo General con la visita a la “TIENDA DEL ENCUENTRO”, espacio especial de oración para iniciar cada jornada de trabajo hoy haciendo memoria agradecida de los 25 Capítulos Generales de la historia de nuestro Instituto.

GRATUIDAD POR EL DON DE LA VOCACIÓN…

Hacemos eco de las palabras del Papa Francisco: “la formación es un camino que debe continuar siempre y para toda la vida. Se llama formación permanente: formación siempre, para toda la vida”. 

RIQUEZA DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD.

Las Constituciones son luz y camino para las Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor en el seguimiento de las huellas de Jesús. Como los puntos cardinales, señalan en primer lugar y en el norte, a Cristo, luego a María, a Francisco, Clara de Asís, de quien nos estamos preparando para su fiesta el próximo 11 de agosto.

LA RIQUEZA DE la intergeneracionalidad.

Vivimos en el Instituto la intergeneracionalidad y la interculturalidad como una gracia del Señor. Las virtudes y la sabiduría de los mayores, la experiencia y la vitalidad de la mediana edad y la generosidad, la alegría y la audacia de los jóvenes nos ayudan a crecer, hacer brotar una vida fraterna más evangélica. Vivamos con alegría, esperanza y potenciemos esta riqueza.¡Con María, al encuentro de la VIDA!

misión compartida 

Hoy en pleno siglo XXI constatamos la vigencia de las palabras de Jesús, así como los consejos del Beato José Tous y el legado recibido de tantas Hermanas, laicos y laicas. Caminando juntos en sinodalidad, con deseos de fidelidad al carisma y la corresponsabilidad en la misión compartida.

CUIDADO DE LA CASA COMÚN 

Hemos reflexionado sobre el cuidado de la Casa Común y el uso de las TICS desde nuestra forma de vida. La totalidad del amor a Jesucristo implica el amor universal, desde donde desarrollamos la triple fraternidad: con las Hermanas, con toda la humanidad y con todas las criaturas “hermanas” salidas también del Omnipotente Creador y, ante el grito de la Madre Tierra asumimos la responsabilidad de utilizar los recursos con sabiduría y austeridad para colaborar en la sostenibilidad del planeta. Los medios de comunicación nos abren al mundo para conocerlo, amarlo y llevar sus preocupaciones a la oración.