Somos mujeres consagradas llamadas por Dios a vivir:
- el Evangelio como hermanas “menores” al estilo de Francisco y Clara de Asís,
- en fraternidad y en unidad de espíritus,
- en pobreza, castidad y obediencia,
- manifestando un tierno y filial amor a la Madre del Divino Pastor,
- entregándonos a la evangelización de la niñez y la juventud, educándolas con amor de madre.
Y, nuestro fundador, el Beato José Tous, nos soñó:
- CONTEMPLATIVAS, fijando los ojos en el espejo de Cristo, el Buen Pastor.
- FRATERNAS, compartiendo nuestros dones.
- HUMILDES, reconociendo que todo lo recibimos de la bondad de Dios.
- POBRES y despojadas para ser libres.
- SENCILLAS, cultivando la simplicidad en nuestro ser y hacer.
- ALEGRES, manifestando el gozo de sabernos amadas y elegidas por Jesucristo.
El Carisma tousiano.
“Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?”
(Salmo 41, 2-3)
Como la cierva busca las corrientes de agua… Sí, así buscó durante toda la vida la fuente de Agua Viva nuestro Fundador, el Beato José Tous y Soler, ofmcap. Su vida, desde niño, fue un itinerario en busca del rostro de Dios y lo fue hallando en el calor de la fe cristiana de su familia y en el ejemplo de vida de los frailes Capuchinos del convento de Igualada, su ciudad natal. Enamorado del Pobre Crucificado, abrazó la vida religiosa profesando como Capuchino, al estilo de Francisco de Asís que le cautivó en el seguimiento de Jesucristo, en minoridad y fraternidad.
Su búsqueda de la voluntad de Dios con humildad y fidelidad lo llevó a convertirse en el acompañante espiritual de tres jóvenes deseosas de consagrarse al Señor y, a la vez, a saber leer los signos de los tiempos para dar una respuesta evangélica a la necesidad de educación de las niñas de mitad del S. XIX. Se cruzaron ambos anhelos y nació un proyecto de vida consagrada de contemplación y acción, fundamentada en la fuente franciscano-clariana y tomando como amparo a la “Divina Pastora” de las almas, inspiración educadora por el especial cuidado del rebaño que su Hijo le confió.
De este modo, con las jóvenes Isabel Jubal, Marta Suñol y Remedio Palos, en 1850 se fundaba en Ripoll (Gerona) nuestro Instituto de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor. Con el correr de los años la Madre Remedio se convirtió en el espejo del carisma legado por el P. Tous por haberlo captado profundamente y haberlo imprimido fielmente en las hermanas con el buen olor de su ejemplo de vida. Por ello, es considerada la cofundadora.
Y, ¿cómo describir la identidad carismática del Instituto? Me atrevo a hacerlo a través de los rasgos más característicos del fundador.