SoM mdp

Solidaridad y Misión Madre del Divino Pastor (SoM mdp) es un ámbito que nace de la invitación de Jesús para todos los que creemos en El: “ID Y ANUNCIAD EL EVANGELIO” (Mc. 16, 15).

 

Palabras que el Beato José Tous interpretó como una llamada a entregar totalmente la vida al servicio de los demás desde la humildad, la acogida, el pastoreo y el amor a María, Madre del Buen Pastor. Con su expresiva frase: “Id llevando a vuestro paso la Paz y el Bien”, eco de la espiritualidad franciscano-clariana, nos muestra un camino concreto de entrega a los demás que, en el transcurso del tiempo, se materializó en la educación de los niños y jóvenes a través de los colegios y las misiones de las HH. Capuchinas de la Madre del Divino Pastor.

 

Por ello, el ámbito SOLIDARIDAD Y MISIÓN MADRE DEL DIVINO PASTOR, nace como un sueño para:

 

• Sensibilizar desde la llamada a la fraternidad universal
• Acoger y canalizar iniciativas solidarias y de voluntariado
• Llevar a cabo proyectos de cooperación, a través de los Colegios MDP.

Los tres campos concretos de actuación son:

 

PROYECTOS

La mayor parte del trabajo de SoM mdp se desarrolla a través de proyectos de cooperación al desarrollo humano y sostenible, relacionados siempre con el ámbito educativo de las obras apostólicas de las HH. Capuchinas de la Madre del Divino Pastor. A día de hoy, hemos llevado a cabo proyectos en Bluefields (Nicaragua), Tunjuelito-Bogotá (Colombia) y Santa Catalina Pinula (Guatemala).

 

CAMPO MISIÓN

SoM mdp ofrece la posibilidad de realizar un VOLUNTARIADO en nuestras escuelas y casas de misiones de América Latina. El CAMPO MISIÓN es una oportunidad para compartir las vivencias e inquietudes de las personas locales, colaborando en proyectos e insertándose en la comunidad de las Hermanas. El proceso para participar consta de tres partes:

• Formación previa.
• Experiencia de voluntariado.
• Post voluntariado: sensibilización y formación a nuevos voluntarios.

 

APADRINAMIENTOS

SoM mdp ofrece la posibilidad de apadrinar un/a niño/a de nuestras escuelas de Centro y Sur América. Apadrinar un niño es garantizar su acceso a la educación; es, por tanto, ofrecerle una oportunidad de crecimiento humano y cristiano. Nuestro compromiso es el de establecer un vínculo entre padrinos y apadrinados mediante la correspondencia, al menos dos veces al año.