Las Capuchinas de la Madre del Divino Pastor somos llamadas a anunciar el kerigma, a llevar el mensaje de Cristo a la niñez, a la juventud y a las familias en los lugares donde estamos insertas. Por ello, nuestra VIDA ES MISIÓN con la oración, el testimonio y la entrega apostólica en comunión con las Iglesias Locales, tal como nos lo dicen las Constituciones:
«Donde las hermanas no podamos realizar esa labor a través de la Escuela Cristiana, buscaremos, pidiendo luces al Espíritu Santo, la forma de llevar a ellos el Bien, la Paz y el Gozo del Evangelio. Hagámoslo siempre de acuerdo con el conjunto de la Función Pastoral de la Iglesia y del Proyecto Educativo del Instituto».