La Hna. Lourdes Espridión, de la comunidad de Managua, nos ha enviado un escrito sobre las “MEMORIAS DE LOS CATEQUISTAS”. A continuación reproducimos los textos enviados.
“En el Camino de la formación catequística, nos encontramos con personas especiales que dedican su tiempo y esfuerzo en enseñar y guiar a los niños a la fe. Es importante reconocer y expresar mi gratitud hacia ellos porque han dejado una huella significativa en nuestros estudiantes y les han ayudado en su crecimiento espiritual. Doy gracias a Dios y a ellos mismos por estos tres años que han colaborado en todo momento en la catequesis. El Espíritu Santo siempre les guíe en sus vidas y sigan entregados al servicio del Señor” (Hna. Lourdes Espridión).
“Mi experiencia como catequista en el Colegio Madre del Divino Pastor fue muy enriquecedora. Primeramente, agradezco a Dios por todo lo vivido y por poner en mis manos a esos niños que ayudé a preparar para su Primera Comunión.
Ser catequista es algo que siempre quise hacer desde hace mucho tiempo, por suerte se me dio la oportunidad, la cual aproveché al máximo. Aprendí muchas cosas, una de ellas es que todos tenemos que estar al servicio de la Iglesia donde se nos necesite. Lo más importante es que pongas tus habilidades al servicio de los demás, ya sea, en la parroquia o donde te necesiten. Me parece fundamental enseñarles valores humanos que son en realidad valores cristianos. Lo más importante es enseñarles a los niños que tienen que ver a Jesús en el rostro de todos los niños e intentar parecerse a Jesús cada día, que en definitiva es amar a Dios y al prójimo. Por supuesto tienen que aprender cosas de memoria como los Mandamientos, el Credo, etc.., pero sin perder de vista el objetivo de vivir el mandamiento del amor. Deseo que guarden en su corazón el amor a Jesús Sacramentado y lo reciban debidamente en cada Misa que asistan.
Como conclusión puedo decir que tengo una verdadera vocación de catequista y estoy muy contenta de serlo. Pido a nuestra Madre y Pastora que me guíe para poder guiar a mis ovejitas. Me siento una Seglar Capuchina de la Madre del Divino Pastor realizada. ¡Madre del Divino Pastor, ruega por nosotros!”
Prof.: Emelina del Carmen Centeno Álvarez (Seglar Capuchina de la MDP).
“Doy gracias a Dios nuestro Padre por permitirme anunciar a Jesús, no solo con las palabras, sino, también, con los gestos, la mirada y el silencio. Gracias a mis hermanas catequistas, por acompañarme en esta misión. Aunque hemos tenido dificultades, el socorro de nuestra Madre Pastora de la catequesis, nos ha permitido continuar con la misión encomendada, compartiendo la fe con las ovejas confiadas a nosotros.
Me siento feliz al ver a estos niños recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús por primera vez. Eso me anima a continuar sirviendo a Dios, a la Iglesia Católica y a mis hermanos”.
Prof. Hansel Argüello Montenegro (Seglar Capuchino MDP)
“Soy nueva en experimentar la grandeza del Señor estando en la Fraternidad de Seglares Capuchinos de la Madre del Divino Pastor.
Ya es el tercer año que llevo de tener esa dicha de formar niños y niñas para que vivan ese momento maravilloso de recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Me llena de gozo ver a sus padres como apoyan a sus hijos para aprender lo más fundamental en la vida espiritual: Credo, Sacramentos, Mandamientos de la Ley de Dios y de la iglesia, etc. Que la Madre del Divino Pastor siga intercediendo por toda su iglesia.
Prof. Judith María Rodríguez Molinares (Seglar Capuchina MDP)