El pasado 20 de abril, fiesta de la Madre del Divino Pastor, la Hna. Alba Luz Guido Barrera, hizo su Profesión Perpetua en Pallejá. Ella nos ha enviado este escrito, para que nos unamos a su acción de gracias:
Doy gracias al Señor por mi vida, por mi vocación y la llamada que me hizo el Señor aún siendo una niña. Alabo a mi Dios por el valor y fortaleza que me dio para seguir las huellas de su Hijo. Por eso, al consagrarme hoy para siempre a Él mediante los consejos evangélicos, siento en mi interior un agradecimiento profundo al haber realizado mi sueño de consagrar mi vida para siempre en alianza perpetua a mi Amado y abrazarle con todo el amor de mi alma, y ser toda para Él.
También, me siento agradecida con mis hermanas y con el Instituto por permitirme formar parte de este rebaño y ser una ovejita de la Madre del Divino Pastor, quien es la Pastora de mi alma, Pastora de mi vida y Pastora de mi vocación.
“Qué detalle, Señor, has tenido conmigo cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que Tú eras mi amigo”. Hago alusión a este canto porque siempre ha resonado en mi interior y esas palabras han calado en mi corazón y me hacen expresar un gran agradecimiento por todos los detalles de la misericordia de Dios que me ha llamado, me ha elegido y ha confiado en mí como su amiga íntima.
Gracias, Señor, por darme el valor de decirte: ¡Aquí estoy!
Gracias, Señor, por ir realizando tu sueño en mí.
Gracias, Señor, por otorgarme el carisma franciscano.
Gracias, Señor, porque se ha hecho realidad mi ilusión
de ser toda tuya.
Gracias, Señor, por amarme.
Gracias, Señor, por haberme elegido.
Gracias, hermanas, por sus oraciones.
¡Gracias por todo!
(Hna. Alba Luz Guido Barrera).