¡PAZ Y BIEN!
Iniciamos un nuevo curso escolar después de meses de sequía durante los cuales la falta de agua ha sido evidente. Es bien oportuno, pues, llegar al colegio y darnos la bienvenida con el lema: EL AGUA ES FUENTE DE VIDA: ¡MÓJATE! Más allá de las causas y las consecuencias de la escasez de agua, analizadas por los expertos, es bueno que reflexionemos desde nuestro ser educadores MDP, con raíces franciscanas y tousianas. Por eso, al pensar en el agua, me vienen a la mente dos de nuestros referentes espirituales:
– San Francisco de Asís cuando recitaba en el Cántico de las Criaturas: “Loado seas, mi Señor, por la hermana Agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta”. Con estas palabras denotaba una mirada limpia sobre la creación, un corazón agradecido hacia el Creador y un reconocimiento a la propia criatura que, al mismo tiempo que es muy útil, descubrimos su transparencia, belleza y humildad, aspectos que nos sería positivo poner en valor en nuestra vida. Es decir, contemplar la hermana agua nos impulsa a hacer de nuestra existencia un servicio sencillo, generoso y bello a los hermanos, siendo útiles a la sociedad, desde la gratuidad: pequeños arroyos que a nuestro paso saciemos la sed del prójimo.
– El Beato José Tous fue un hombre que ahondó en el manantial interior, su corazón lleno del Agua Viva (cf. Jn 4, 13-14), y, desde su experiencia, animó a las primeras hermanas a “Derramar en el corazón de los niños el amor que recibían de Dios en la oración” (J.T. Circular 1864). Cierto: solamente podemos derramar cuando estamos llenos a tope. Vayamos, pues, a la fuente: la amistad con Dios.
De ambos podemos extraer el programa para este año (y para la vida). Son dos palabras:
– DERRAMAR. Sí, estamos invitados a derramarnos, lo cual implica analizarnos: ¿de qué estamos llenos? Por tanto, adentrémonos en nuestro pozo interior, del que brota el chorro de agua y busquemos al Dios de la Vida, al Dios del Amor que nos llena de paz, serenidad, gozo, amor, compasión, ternura… y, con gratitud por tanto bien recibido, compartamos esta “agua”, derramémosla en los corazones de los niños y adolescentes que nos son confiados.
– GRATUIDAD: Consecuencia de haberlo recibido todo gratis (cf. Mt 10, 8). Hacer de nuestras vidas una donación sin esperar nada a cambio. Esta es la raíz del compromiso que nos lanza a buscar todas las posibilidades para ser instrumentos de paz, de bondad, de defensa de la justicia, de solidaridad, de ayudar a quien nos necesita… En definitiva, de MOJARNOS.
Ahondemos, pues, en nuestro corazón y encontraremos al mismo Dios; y, con Él, con humildad y simplicidad, nos convertiremos en “agua” refrescante, útil y preciosa para todos los que durante este curso escolar compartirán con nosotros la labor educativa. Eso es “MOJARSE” a favor de un mundo más bello, más fraterno. ¡Ánimo! ¡Mojémonos, educadores y educadoras de los Colegios MDP! A cada uno de vosotros os digo: Acércate a la fuente de Agua, llénate, adéntrate en tu interior y “será como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace le sale bien!” (Salm 1, 3).
Que la mirada limpia y transparente de nuestra Madre María, nos anime a buscar la “Fuente” y a dejarnos MOJAR hasta quedar empapados de Agua Viva y, así, poder dejar a nuestro paso un reguero de gotitas de amor a lo largo del curso 2023-24.
Hna. Mª Carme Brunsó Fageda
Barcelona, 1 de septiembre de 2023.