II JORNADA FORMATIVA

El pasado 22 de mayo nos reunimos “en línea” todas las comunidades, a las 16 h (hora española), para participar en la II Jornada de Formación con motivo del 125º Aniversario de la aprobación pontificia del Instituto, cuyo tema fue: “PERSEVERAR: MEMORIA Y ESPERANZA”, a cargo del P. José Cristo Rey García Paredes, cmf.

La Hna. Janneth Colindres dio la bienvenida a las hermanas y el encuentro inició con el saludo de la Madre General, Mª Carme Brunsó, y con el espacio contemplativo que dirigió la Hna. Martha Patricia Serrano, invitando a poner las manos abiertas en nuestro regazo para depositar en ellas el agradecimiento por el pasado del Instituto y la propia vocación y, a la vez, la esperanza en el porvenir, sellando este momento con un beso, expresión de nuestro amor y de la gracia de Dios que nos envuelve amorosamente con su providencia y bondad.

Seguidamente, la Hna. Margarita Bravo presentó al P. José Cristo Rey García Paredes y éste desarrolló el tema en dos ponencias:  

 

LA MEMORIA Y EL PRESENTE ¿SEQUÍA O SED?

a.- Desglosó estos términos a través de los siguientes conceptos: Somos tierra sedienta, si hay una sola vocación ¡no hay sequía!, cultivemos la cultura vocacional y detectemos zonas catastróficas para poder ayudarlas.

b.- Invitación a sumergirnos en EL AGUA DEL ESPÍRITU que se derrama en nosotros y nos envía a la misión, a llevar a todos hacia la fuente: el amor de Dios.

c.- Y nos propuso un DECÁLOGO para tiempos de sequía:

  1. Hay más agua que sed. Aviva tu sed más profunda, que eres capaz de más.

2. Ponte junto al río de agua viva y crecerás como palmera, en la vejez seguirás dando fruto.

3. Aviva la sed de tus hermanas de comunidad para que busquen la fuente.

4. Cánsate, camina, suda, esfuérzate para tener sed. Sólo los perezosos no tienen sed.

5.   La sed de amor es la mejor. Acepta el amor que te viene: “Venid a mí todos los que están cansados y fatigados…”

6.   Haz rogativas. Suplica apasionadamente a Dios que llueva sobre tu congregación.

7.   Provoca la sed en los demás y llévalos a la fuente, a Jesús.

8.   Cuida que nadie cambie la fuente de vida por agua enfangada.

9.   Dosifica el agua de la vida a través de compuertas, deja que el agua fluya.

10. Tú no eres el agua, pero puedes ser canal.

Concluyó así la 1ª parte: La perseverancia es cuestión de atracción ¿Qué hacer para que todas las hermanas estén sedientas?”.

 

CAMINOS DE ESPERANZA: SINODALIDAD, RELATOS Y SUEÑOS.

a.- EL ENFOQUE SINODAL: Caminemos juntos con la gente de hoy en una “nueva conciencia”.

b.- EL ENFOQUE NARRATIVO: ¡Dejad que la vida hable! Contemos historias; la vida es verbo no sustantivo.

c.- EL ENFOQUE APRECIATIVO: Semillas de una gran cosecha… Hace falta soñar, diseñar y comprometerse.

La conclusión de esta 2ª parte fue: “Hermanas, hace 125 años fuisteis aprobadas ¿QUERÉIS SER BONDAD EN ACCIÓN? SOÑAD, DISEÑAD, DECIDID. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS ECLESIAL!”.

 

Después de cada ponencia hubo la posibilidad de dialogar. Este compartir fue un intercambio muy interesante que nos motivó a todas a acrecentar nuestro agradecimiento por este Aniversario de aprobación pontificia y, a la vez, nos provocó un cuestionamiento esperanzador acerca de los retos que tenemos actualmente como Capuchinas de la Madre del Divino Pastor.

La Jornada de formación concluyó con una danza al son del canto “De tus raíces” a cargo de la comunidad Juniorado de Guadalupe (San José) que, asimismo, pasándose una vela unas a otras, expresaron el valor de la fraternidad para mantener encendida la llama de la fidelidad.

 

¡Gracias, Señor!

¡Continúa derramando tu Espíritu sobre nosotros!

Esta formación me evoca…

“Me evoca una SEMILLA, ya que esta es el inicio de la vida en un huerto, contiene el poder y el potencial para multiplicarse y para enraizarse profundamente en la tierra y, una vez ha penetrado en la tierra, tendrá el poder suficiente de abrir camino y salir a la superficie en forma de planta. Trasciende y germina. Es el proceso de la metamorfosis que necesita transformación hasta llegar a ser mariposa. Esto supone paciencia y mucho riego en la tierra. Necesitamos hondura en nuestra vida interior para enraizarnos en el Señor y abrir caminos nuevos. El Espíritu Santo nos da la esperanza de experimentar que somos parte, como semillas, de una inmensa vida que corre en el interior de nuestra Congregación M.D.P. Tomadas de la mano de nuestra Madre y Pastora… ¡Creamos en el poder que nos da el Espíritu Santo para abrir nuevos caminos!” (Hna. Rosario Lagos).

"Esta tarde de oración me evoca un paisaje: EL OASIS EN UN DESIERTO. La vida actualmente tiene muchos avatares, las personas están sedientas en un mundo que a veces pareciera que no tiene salida. Como Capuchina de la Madre del Divino Pastor me siento llamada a caminar juntos y juntas para saciarnos de la única agua, Cristo Buen Pastor, y juntos llegar a saciarnos en las aguas tranquilas, remanso de paz del corazón de Dios, único objetivo que da sentido a nuestra vocación" (Hna. Maritza Vargas).

“El encuentro me evoca un adjetivo: LLENO, PLENO O DESBORDANTE. En primer lugar antes de empezar me encontraba llena de expectativas y el título me parecía muy prometedor. Luego, durante el transcurso del encuentro, sentí que la conferencia estaba llena de gracia, de la presencia de Dios y desbordante de la acción del Espíritu Santo. Cuando las hermanas iban compartiendo sus reacciones sobre las palabras del P. José Cristo Rey se notaba una plenitud de unidad de espíritus y un gran deseo a la docilidad de la voluntad de Dios” (Hna. Emely Andrea Triana Ramírez).

“La formación recibida me evoca estas notas musicales: SOLo Si te sabes amado por Dios profundamente, REcibes y compartes el DOn de amar y servir, a LA FAMilia de la humanidad. Necesitamos tener sed del Dios vivo, para apagar la sed del mundo. Es indispensable para que nuestra vocación religiosa sea música para el alma del hombre actual” (Hna. Susana Oconitrillo).

“La formación me evoca dos colores. El primero es el ROJO, porque al escuchar al P. José Cristo Rey recordaba la pasión y la alegría de todas las hermanas que nos han precedido; de igual manera, mi corazón se llenaba de gozo y agradecimiento a Dios por haberme llamado y ser parte del legado que nos ha dejado nuestro Padre José Tous. Esto despertaba en mi interior mucha confianza en Dios y en nuestra Madre del Divino Pastor, pues Ella me conduce a Jesús. El segundo color es el VERDE por ser signo de esperanza, equilibrio, restauración, armonía, vida, fuerza y energía que solo la obtenemos cuando estamos unidas a la Vid que es Jesús. Por ello, debo de permanecer en su amor para seguir dando frutos, desde mi pequeñez, en el Instituto” (Hna. Johana Jarquín).