El carisma tousiano me ha hecho comprender que sólo con “fe y confianza en Dios”, el caminar y el servir tienen un verdadero sentido.

Dos frases del Beato José Tous han dirigido el trabajo pastoral con el que, por gracia de Dios, he podido contribuir al crecimiento del pueblo santo de Dios que peregrina en nuestra tierra; estas son: “Él sabe lo que les conviene” y “María os conducirá a Jesús”. Sobre la primera hay tanto que decir, pero creo que no hay palabras que logren expresar el abandono en Dios, en su voluntad, que he podido experimentar.

Empecé a colaborar con las hermanas desde que fui estudiante de la Institución, especialmente a partir del 9º año. En aquél entonces formaba parte de un pequeño grupo de jóvenes que servíamos principalmente al altar durante las celebraciones eucarísticas; con el paso del tiempo, se empezó a diversificar nuestro servicio, de modo que colaboramos con la preparación de las fiestas religiosas, las meditaciones diarias e, incluso, intentamos conformar JUFRA en nuestro colegio. Esto me dio identidad, una identidad capuchina y tousiana, pues el ejemplo del Padre Tous y las vivencias con las religiosas motivaron un ánimo de la fe que necesitaba compartir.

Al salir del colegio no me alejé mucho de él, lo cual me mantuvo unido a este carisma tan particularmente familiar. Realicé varios trabajos de la carrera en la Institución, durante los cuales mantuve la disposición a seguir colaborando con diferentes iniciativas. Al entrar de nuevo, ahora como docente, continúo colaborando con la misión evangelizadora de la Congregación. Inicialmente, como cuando fui estudiante, colaborando con las oraciones diarias y con la preparación de las celebraciones religiosas. Más adelante, colaboré con la catequesis preparatoria para recibir el sacramento de la Confirmación. Al inicio de esto sucedió algo singular, yo colaboraba con las mismas catequesis en mi parroquia; sin embargo, por razones personales debí dejar, con tristeza, esa misión que me había sido confiada; no había transcurrido un mes cuando, sin buscarlo, fui llamado de nuevo a servir, pero ahora sería en conjunto con las Hermanas Capuchinas. Fue entonces cuando comprendí el significado de “Él sabe lo que les conviene”.

Desde el 2018, he colaborado con la educación religiosa formal. El compromiso con el Evangelio y la verdad han sido mayores desde entonces. Durante este tiempo el trabajo en conjunto y coordinación con las hermanas ha sido vital para testificar el carisma institucional en las clases y en las actividades que derivan de ellas. La identidad tousiana, el carisma que recibimos del Padre fundador, da un fundamento inigualable para poder llevar el mensaje de Jesucristo a los adolescentes y jóvenes -con quienes trabajo-.

No podría afirmar que no he flaqueado en el cumplimiento de la misión que Dios me encomienda; formar a jóvenes en la fe no es sencillo, más aún con las divergencias de nuestro tiempo. Nuestra Santísima Madre ha sido mi apoyo incondicional. Cada vez que miro a María dirigiendo las ovejas hacia su Hijo, recuerdo que soy un instrumento y si, como ella, me dejo llenar de Dios, me dejo habitar por Dios, puedo afirmar como San Pablo “ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí”. En esos instantes siento como ella toma mi mano para continuar, por eso puedo decir “María nos conducirá a Jesús”. Por todo esto agradezco a Dios que me ha permitido conocer su obra a través del carisma tousiano, pues de esta manera pude comprender que sólo con “fe y confianza en Él” es que el caminar y el servir tienen un verdadero sentido. Prof. Manuel de Jesús Chaves Alvarado, Colegio Madre del Divino Pastor, San José (Costa Rica)