Consagración de los voluntarios Capuchinos de la Madre del Divino Pastor. Diriamba, Nicaragua.
El pasado 8 de enero, en la Capilla del Colegio de Diriamba se consagraron a María, Madre del Divino Pastor el primer grupo de Voluntarios Capuchinos de la Madre del Divino Pastor, procedentes de las ciudades de Managua y Diriamba.
Ellos son: Néstor Álvarez, German Díaz, Ruth Gutiérrez, Glenda López, Yolanda Quiroz, Thelma Sánchez, Mayra Bermúdez, Rosa Martínez, Nolbertho Sánchez, Mayela Huerta y Gabriel Molina.
La semilla de los Voluntarios en Nicaragua se empezó a sembrar en el contexto de la Beatificación del P. José Tous en el año 2010; sin embargo, desde el año 2019 han recibido formación sistemática y los que se han consagrado tienen, como mínimo, dos años de formación a través de numerosos encuentros ahondando en la doctrina cristiana y el carisma tousiano. Esperamos que próximamente se consagre otro grupo de Costa Rica.
Compartir el carisma con laicos (alumnos, exalumnos, profesores y allegados) es una gracia de Dios, pues, al mismo tiempo que se ahonda en el mismo, se comprueba que el Señor llama a otros a vivir el legado del Padre Tous. Ellos quieren vivir el carisma tousiano desde su estado de vida: solteros, casados y viudos. La mirada misericordiosa de María, de la que nos habla el P. Tous, alcanza a muchos más, va más allá de las fronteras de nuestras comunidades y colegios (Hna. Isabel Varela, acompañante de los Voluntarios Capuchinos de la Madre del Divino Pastor).
A continuación reproducimos las palabras de algunos Voluntarios que quisieron expresar sus sentimientos:
“Mi experiencia el día de hoy fue de gozo, fue algo bello y emotivo. En el momento en que iba a tomar mi medalla, las lágrimas empezaron a brotar. Es la primera vez que me consagro a nuestra Madre María Santísima. Ha coincidido en que el día de hoy mi padre q.e.p.d., estuviera cumpliendo 71 años de vida. Seguramente me ha acompañado en esta fecha tan especial, por el gozo que Dios me ha concedido. Doy gracias a la Congregación de las Hermanas Capuchinas, por hacer posible este momento” (Glenda López).
“Doy gracias a Dios por este hermoso día en que hemos compartido tan bello regalo enviado por el Espíritu Santo. Para mí, personalmente es el segundo regalo que la Virgencita me da en la casa de la Madre del Divino Pastor, ya que hace 7 años, el día de reyes de 2017 fui llamada a esta bella Institución para formar parte del cuerpo docente. Desde que inicié mi labor de docente me atrajo todo lo que se hacía en el área espiritual, además de la formación escolar para los niños y siempre tenía el deseo, de que además de realizar dicha labor educativa formáramos un grupo muy unido a las Hermanas Capuchinas, que trabajáramos para el Señor, aparte de la labor meramente educativa. Hoy se concretiza mi deseo, el Señor me dio la respuesta y me siento muy contenta y agradecida; le pido a él que me dé la fortaleza para seguir en el camino que me ha encomendado, también le agradezco porque me ha regalado el servicio de Ministro Extraordinario de la Eucaristía donde puedo servir con amor a mis hermanos enfermos en mi comunidad (Mayra Bermúdez).
“Para mí ha sido una experiencia extraordinaria porque el Señor y Nuestra Madre la Virgen del Divino Pastor me ha permitido una vez más profundizar y conocer que Dios nos ama y siempre nos está llamando a su rebaño. Es una bendición poder tomar sus manos para seguir su camino, que Santa Clara, P. José Tous y San Francisco han servido de modelo para que podamos dar ejemplo de nuestras vidas poniendo en práctica las características franciscanas. Yo les agradezco esta hermosa oportunidad de compartir estos momentos de especiales emociones y deseo que sigamos fortaleciendo nuestra fe y nuestro amor al Señor en nuestras vidas cotidianas” (Thelma Sánchez).
“En este día al consagrarme como Voluntario Capuchino de la Madre del Divino Pastor sentí una inmensa alegría en mi corazón porque esperé este momento con mucha ilusión. Tengo presente que Jesús me ama y me ha llamado para poder servir con humildad y devoción, seguir los pasos del padre José Tous y ser un sembrador de Paz y Bien unido al amor de nuestra Madre bajo la advocación de María Madre del Divino Pastor. Y siempre tengo presente esta frase del Beato Carlo Acutis: LA EUCARISTÍA ES MI AUTOPISTA PARA IR AL CIELO. Bendiciones. Paz y Bien” (Gabriel Molina).
“Personalmente la experiencia de la consagración a nuestra Madre, me llena de gozo y me llama a cuidar y a trabajar más mi vida espiritual para imitar a nuestra Madre Santísima y ser luz en el mundo como lo dice nuestro Señor «estamos en este mundo, pero no somos del mundo», solo puedo decirle gracias a Dios por su misericordia, bondad, fidelidad hacia mí” (Mayela Huerta).
“Siendo una de sus ovejas frágiles y necesitadas, se afianza en el amor ardiente a Jesús Eucaristía y a María, como Madre y Pastora de mi vida. Del amor fraterno hacia mis hermanas mayores en la fe, con el vínculo indisoluble de la oración que brota del corazón, que nos santifica y sostiene” (Ruth Gutiérrez).
“La Consagración significó unirme más estrechamente al Instituto e identificarme con el bien que hacen las Hermanas a la sociedad, junto con el aporte de los Voluntarios; me pareció escuchar en mi corazón las palabras del Padre Tous ‘fe y confianza’, haciéndome sentir que en las diferentes acciones como persona, miembro de la iglesia y colaborador en la obra debo tener como referencia a la Madre del Divino Pastor, para que con perfecta caridad pueda irradiar la luz del Evangelio» (German Díaz).