Celebración festiva llena de gratitud por el 125º aniversario de la aprobación pontificia del Instituto.
El domingo 21 de agosto nos dispusimos a celebrar el 125º Aniversario de la aprobación pontificia del Instituto. El Equipo de Pastoral Vocacional formado por las hermanas Piedad Prieto, Aura M.ª Treminio, Noemy Mora y Claudia Lázaro dirigieron el encuentro.
Hacía un día espléndido y nos dirigimos después del desayuno hacia la cancha del Noviciado en Pallejá. La Hna. Piedad que llevaba un sol en alto (significando a Jesús) nos invitó a seguirla danzando al son de la música. Así que nos pusimos en marcha siguiendo al Sol: Jesús.
Seguidamente, se nos entregó a cada hermana una huella que debíamos recortar y escribir en la misma el motivo que tenemos para levantarnos cada día e iniciar la misión. Estas huellas se colocaron en forma de camino sobre un papelógrafo y se leyeron los mensajes; todas escuchamos nuestras motivaciones más profundas para realizar la misión cada día y nos llenamos de alegría. En procesión llevando el mural y siguiendo al “SOL” nos dirigimos hacia el interior de la casa.
La segunda parte consistió en la reflexión de “la vida del salmón”. ¡Qué creatividad la de las organizadoras! En el suelo estaban unos peces de cartulina sobre una tela azul que simulaba una corriente de agua. Vimos el vídeo que resumía la vida de estos peces e hicimos una dinámica de “pescar” un salmón. Cada salmón representaba a cada una de nosotras, por eso, le pusimos nuestro nombre. Hicimos una comparación con la vida de estos peces que nos invitan a volver a la fuente inicial para ser fecundas, aunque tengamos que “nadar” contra corriente. Tiene mucho que ver con el lema del 125º Aniversario: “Perseverar: memoria y esperanza”.
La tercera parte consistió en una dinámica basada en unas reflexiones sobre la Santísima Virgen:
– María, memoria del pueblo de Israel.
– María siempre en camino.
– María, madre fecunda.
Nos repartimos en tres grupos y en cada uno de ellos profundizamos en un aspecto y elaboramos unas presentaciones que mostramos en la capilla en un ambiente de oración, intercalando momentos de silencio y cantos. Fue una plegaria muy original con la participación de todas las hermanas.
Después de una comida festiva, por la tarde rezamos el Rosario dedicado a Santa María de la Perseverancia para dar gracias por estos 125 años transcurridos desde la aprobación pontificia del Instituto, durante los cuales siempre hemos confiado en la protección y acompañamiento de María, como Madre y Pastora.
La EUCARISTÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS tuvo lugar a las 17:30 horas en la capilla, presidida por Fray Josep M.ª Segarra ofmcap, que fue retransmitida por “YouTube”, por lo cual pudieron conectarse todas nuestras hermanas no presentes y, además, todos aquéllos a quienes invitamos para vivir juntos este momento de celebración (Voluntarios Capuchinos, personal docente, alumnos, exalumnos, colaboradores…).
El P. Segarra primeramente expresó su agradecimiento por haber sido invitado a la celebración eucarística en esta efeméride. En su homilía nos dio un mensaje relacionando el Evangelio del domingo y las primeras hermanas del Instituto. Recordó las palabras del Decreto de aprobación haciendo alusión al Instituto de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor que tiene por finalidad la santificación de cada una de ellas y el trabajo con ahínco en la enseñanza de las niñas y en su educación cristiana.
También nos preguntamos: ¿son pocos los que se salvan? La salvación es una oportunidad que Dios ofrece a todos. Las hermanas que solicitaron la aprobación del Instituto sabían que habían sido elegidas para comunicar la salvación de Cristo, para que la gente comprendiera que Dios les ama, iniciando por los niños.
También hizo referencias al significado de “entrar por la puerta estrecha”: es la puerta del Evangelio, del amor, de decir no a la comodidad, de la fidelidad, de la perseverancia, de la simplicidad, de la coherencia. Aunque parezca difícil entrar por la puerta estrecha, es la propuesta del Evangelio y de la salvación. Por ella entraron nuestras primeras hermanas y, por ello, les damos gracias.
Al finalizar la celebración la Superiora General Carme Brunsó se dirigió a todos los presentes con un mensaje de agradecimiento a Dios, al Padre Tous, que se dejó conducir por el Espíritu Santo, y a todas las hermanas que atraídas por la belleza del Evangelio y del carisma pasaron por la puerta estrecha e hicieron posible llegar hasta aquí.
También recordó tres frases del Decreto:
– “Desde el principio no faltaron contradicciones”.
– “Protegidas por la gracia del cielo”.
– “Perseveraron constantes en lo comenzado”.
Las primeras hermanas permanecieron fieles, confiadas y esperanzadas, por eso el lema se inspiró en ellas: “Perseverar: memoria y esperanza”.
Al terminar la Misa nos dirigimos al “claustro” del Noviciado y ahí compartimos alegremente una merienda preparada por la comunidad.