El 21 de abril tuvimos una jornada caracterizada por la alegría: el encuentro de exalumnas del Colegio de Pallejá. Desde antes de la pandemia no habíamos podido reunirnos y, esta vez, hicimos el esfuerzo de reservarnos la mañana para que fuera posible. Y lo conseguimos: ¡éramos más de 60! Primero, en la Eucaristía, nos unimos a Jesús y, al mismo tiempo, recordamos los días en que las hermanas nos enseñaban a invocar con los cantos a la Virgen, nuestra Pastora. Fue muy emocionante volver a entonar estos cantos con fuerte voz y gran devoción. A continuación, compartimos el desayuno y, después, tuvimos un encuentro con la Madre General Carme Brunsó, la cual nos presentó el hoy del instituto, juntamente con las Hnas. Martha Patricia Serrano y Eulalia Surroca. Para concluir la mañana, la Hna. Rosario Lagos nos invitó a conocer las reformas de la casa. Así que hicimos un “tour” por todos los rincones. ¡Gracias, hermanas, por vuestra acogida! Compartiendo con vosotras y conversando entre nosotras, REVIVIMOS NUESTRA INFANCIA. A continuación, os expresamos nuestro sentir con palabras de algunas exalumnas:
“Gracias por la buena acogida con la que nos ha atendido toda la comunidad. En el séptimo encuentro de exalumnas del Colegio Divina Pastora, hemos estado muy a gusto. Nos hemos sentido muy acogidas por las Hermanas del Noviciado, que han estado en todo momento pendientes de lo que necesitábamos. La Misa, presidida por Mn. Manuel Roig, fue muy emotiva, sobretodo recordando los cantos que dedicábamos a la Madre de Dios: “Gentil Pastora” y “Corazones de Lirio”. Durante el desayuno (coca con chocolate, zumos, cafés…) hemos podido recordar nuestro paso por la escuela” (Montse Monferrer).
“Fue una jornada de fraternidad entre las exalumnas que vinimos a escuchar la evolución que se ha hecho en las escuelas desde nuestra época hasta ahora. Es bueno saber lo que se está haciendo. Hay cosas en que estoy de acuerdo y otras en las que he de darle más vueltas. ¡Fue un buen día!” (Carme Figueras Puigventós).
“Ha sido una buena mañana de reencuentro, buenos recuerdos, fraternidad. Una visita muy interesante a la Casa Noviciado”. (Quima Fernández).
“La celebración de la Eucaristía fue emocionante, las voces de las novicias y de las hermanas dieron a los cantos aquel valor que entra en lo más íntimo, no podemos olvidar esa vivencia tan especial. Cuando adolescente en la capilla del colegio le cantábamos a la Divina Pastora el canto “Corazones de lirio” era mi preferido, con el tiempo se me olvidó parte de él. Ese domingo, gracias a ustedes, lo recuperé. Me emociono cuando recuerdo mi colegio y la espiritualidad que recibí. Gracias, hermanas, por el amor a la Divina Pastora” (Lolita López).